- Extintor: El extintor es un artefacto que sirve para apagar fuegos. Suelen consistir en un recipiente metálico (bombona o cilindro de acero) que contiene un agente extintor a presión, de modo que al abrir una válvula el agente sale por una tobera que se debe dirigir a la base del fuego. Los hay de muchos tamaños y tipos, desde los muy pequeños, que suelen llevarse en los automóviles, hasta los grandes que van en un carrito con ruedas. El contenido varía desde 1 a 50 kilogramos de agente extintor. Según el agente extintor podemos distinguir entre:
- Extintores Hídricos (Cargados con agua y un agente espumógeno, hoy en desuso por su baja eficacia).
- Extintores de Halón (Hidrocarburo halogenado, actualmente prohibidos en muchos países).
- Extintores de Polvo (Multifunción, aunque contraindicados para fuegos eléctricos)
- Extintores de C02 (también conocidos como Nieve Carbónica o Anhídrido Carbónico)
- Extintores para Metales (únicamente válidos para metales combustibles, como sodio, potasio, magnesio, titanio, etc.)
A los efectos de conocer la peligrosidad de los materiales en caso de incendio y de definir el agente extintor que debe utilizarse:
¿CUALES SON LOS TÉRMINOS QUE HAY QUE CONOCER?
Clase A: Incendios que implican sólidos inflamables que dejan brasas, como la madera, tejidos, goma, papel, y algunos tipos de plástico.
Clase B: Incendios que implican líquidos inflamables o sólidos licuables, como el petróleo o la gasolina, aceites, pintura, algunas ceras y plásticos.
Clase C: Incendios que implican gases inflamables, como el gas natural, el hidrógeno, el propano o el butano.
Clase D: Incendios que implican metales combustibles, como el sodio, el magnesio, el potasio o muchos otros cuando están reducidos a virutas muy finas.
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